Puerto Ordaz, 03 de octubre de 2018

 

¿Cómo comportarnos ante la actual situación?

 

Estimados Padres, Representantes y Responsables

 

Reciban de mi parte el más caluroso saludo, esperando que el Buen Dios los acompañe en sus momentos de alegrías y también de vicisitudes. Deseo compartir con todos ustedes algunas consideraciones, en el contexto de esta Asamblea de Padres, Representantes y Responsables que está por darse.

  1. En primer lugar, nos vemos en la lamentable situación de tener que aumentar las mensualidades. Desde mi ingreso aquí, hemos llamado a Asamblea para cubrir gastos de funcionamiento, después para impedir que nuestros maestros y docentes se nos fueran; hoy, llamamos a incrementar la mensualidad porque de lo contrario el Colegio deberá cerrar sus puertas.

Comenzamos el año académico sin flujo de caja: pudimos pagar solo la primera quincena de septiembre al personal administrativo y obrero. Para la cancelación del mes completo de septiembre de toda la nómina tuvimos que pedir un préstamo a un banco nacional. Tenemos todas nuestras esperanzas puestas en recoger el dinero por concepto de mensualidades, cancelar al banco en cuestión, y ponernos al día con el pago de la nómina.

Este punto de aumento de mensualidades desgraciadamente no tiene solución inmediata ni permanente. Por los vientos que soplan, deberemos seguir llamándolos, Dios quiera sea lo menos posible; necesitamos que comprendan que el compromiso y la identidad Loyola es con nuestros hijos. Si queremos educación para ellos, debemos colaborar con nosotros mismos, pues el Colegio no es un ente ajeno o extraño, sino que representa una parte esencial de la educación que ustedes dan a los chicos. Ojalá estemos claros que todo retardo en el pago de mensualidades, daña severamente el andamiento del Colegio. De aprobar las mensualidades, por favor, debemos cancelarlas en el arco de los primeros cinco días del mes en curso.

El aumento de la mensualidad, es con retroactivo del mes de septiembre, de modo que cubramos los compromisos antes mencionados. Implica además pagar retroactivo de lo cancelado por concepto de matrícula al momento de la inscripción, así como Agosto 2019 (recordemos que al inscribir se paga «Abono de Matrícula» [un mes], «Abono Agosto 2019» [un mes], Consejo Educativo [por familia], Fundaeduca [aporte voluntario]).

El aumento de las mensualidades servirá para apañar algunas reparaciones menores, pero no de mantenimiento estructural (por ejemplo, una vez más comenzamos con unos baños en muy mal estado). Es por ello que, mientras desde el Rectorado nos ocupamos primeramente del alumnado y del cuerpo docente, los distintos comités deben asumir con más ahínco el reclutamiento de nuevas personas, para atender juntos realidades que el Colegio exige.

  1. En segundo lugar, es imprescindible que hagamos nuestra la siguiente idea: solo la solidaridad recíproca podrá mitigar en alguna medida lo inhumanamente catastrófico de este momento. Les quiero poner varios ejemplos que pueden iluminar lo que quiero compartir con ustedes:
  • Creación de un ropero. El transporte en la ciudad no funciona adecuadamente. La gente —nuestra gente— se ve en la necesidad de caminar. Los zapatos se rompen más rápidamente, y los precios de los calzados son un asalto a mano armada a nuestros magros bolsillos. Los invito a donar ropa y calzados en perfecto estado, de modo que podamos ofrecer a quienes los necesitan y forman parte de la única familia que somos. Todos podemos beneficiarnos de esta iniciativa.
  • Ayuda económica —o con insumos— para atender la infraestructura del Colegio. En primer lugar, para la recuperación de los baños de preescolar y primaria; después veremos los de bachillerato. Reparación de luces, especialmente las externas. Adquisición de parques de diversión “seguros”, para preescolar y primaria. Acondicionamiento de las aulas de los antiguos terceros años. Recuperación del aula quinto “C”. Reparación de las canchas uno y dos. Reparación de la garita del ingreso principal. Reparación de la sala de reuniones en el Rectorado. Reparación de las cercas ciclón. Reparación del teatro… algunas de estas reparaciones tienen sus inventarios, proyectos y estructuras de costos.
  • Es menester mantener el esfuerzo material que posibilite a personas con pocos recursos, o sin ellos, a que formen parte de esta familia, gracias también al estudio y a la vida que aquí se ofrece.

 

  1. En tercer lugar, hemos de darnos cuenta que puede faltarnos de todo, pero no nuestra actitud de agradecimiento. Para muchos de los acá presentes, toda ayuda que demos al Colegio, no es un “favor” que le hacemos, sino que le devolvemos lo que incondicionalmente él nos dio, que posibilitó que muchos estemos hoy aquí, e hizo de muchos, personas de bien.
  • Gente de fuera, amigos míos, han donado el material para la completa recuperación de las computadoras del laboratorio de primaria, y material informático para el resto del Colegio que lo amerite. Otros amigos han donado cuadernos, lápices y lapiceros para distribuir entre nuestros hijos más necesitados… Si hay personas que no tienen que ver directamente con nosotros, y probablemente nunca conocerán a nuestros hijos, y no obstante son capaces de dar, ¿no seremos nosotros, familia Loyola, igualmente agradecidos con nuestra casa, el Colegio? Algunos de ustedes, en honor a la verdad, se han acercado contribuyendo con lo mejor de sí, y también con implementos los cuales agradezco de modo personal.
  • Gente de dentro, el año pasado, dio directamente dinero a algunos de nuestro personal docente, por ser los educadores inmediatos de los niños y jóvenes. Lamentablemente, detrás de este gesto en apariencia generoso y agradecido, hay varios elementos perniciosos:
  • Una ayuda inmediata a una persona concreta no necesariamente es la mejor respuesta que podamos dar a esta desgracia que vivimos todos.
  • Se introduce un desorden económico entre el empleador y el empleado.
  • Es injusto desde el momento en que el único beneficiado es el docente de “mi” muchacho. Y los demás maestros y docentes, ¿Qué?
  • Es injusto desde el momento en que introduce un elemento perturbador entre quienes reciben esta supuesta ayuda y quienes no, creando un pésimo ambiente laboral.
  • Docentes que reciben dinero “por debajo de la mesa”, ¿tendrán la suficiente libertad como para educar a un niño de cuyo representante recibe dinero?
  • Contamos con ustedes. Sin embargo, toda ayuda para los docentes gestiónenla a través de ASIA, o directamente por el Rectorado. Reto a cualquiera de ustedes a presentarse en mi oficina, trayendo consigo a alguno de nuestros maestros, docentes, personal obrero y de limpieza o administrativo, que no hayan recibido la ayuda compensatoria por ASIA. Todos la recibimos, y en nombre de todos les doy las gracias.

 

  1. Finalmente, resumo este comunicado queriendo responder a la pregunta que lo encabeza: “¿Cómo tenemos que comportarnos como Colegio ante esta situación que estamos padeciendo?”. A mi juicio, hemos de comportarnos responsablemente, es decir, valorando lo que realmente cuenta, y en este caso, la educación de nuestros hijos. Seamos responsables como Padres y Representantes, con los pagos de las mensualidades. A mi entender, hemos de comportarnos solidariamente, es decir, atrevámonos a abrir nuestras manos y dar. Vivamos la experiencia del bien que hace hacer el bien. Ser generosos es bueno. Tal como lo comprendo, hemos de comportarnos justamente, es decir, siempre actuando correctamente, con entereza y sindéresis.

 

Encomendemos todos nuestros esfuerzos buenos propósitos a Aquel que es el Dueño y Señor de nuestras vidas —y de este Colegio—. Que Él nos bendiga a todos nosotros, y cuide de esta gran familia.

 

Luis Ovando Hernández, s. j.
Rector