Puerto Ordaz, 24 de mayo de 2018

Padres, Representantes y Responsables

Reciban la paz que viene de Jesucristo, a través de su Espíritu Santo, cuya recepción celebramos litúrgicamente el domingo pasado.

Sirva la presente comunicación para informarles que, a partir del lunes 28 de mayo de 2018, en horario de 11.30 am, habrá una redistribución en la circulación del tráfico dentro del Colegio, con la intención de mejorar la dinámica diaria de búsqueda de nuestros hijos.

Todos conocemos —y en alguna medida, padecemos— la realidad cotidiana dada a partir de un hecho tan sencillo, como es recoger a los chamos. Es por ello, que retomamos una idea implementada hace un tiempo, con la finalidad de “hacer respirar” la cola ofreciéndole “más espacio” para la circulación. El éxito de esta iniciativa depende, en buena medida, de la actitud de comprensión y colaboración de parte de ustedes.

Precisamente, de acuerdo a lo apenas dicho, quisiera tuviesen muy en cuenta el modo de dirigirse al personal de seguridad y vigilancia. No hay situación humana alguna que justifique el comportamiento de algunos (espero sean los menos posible), que, ante lo inevitable de la cola, y ante la llamada de atención del personal, respondan con insultos, groserías, altanerías y razones que generan vergüenza ajena.

Resulta contradictorio que, personas que suponemos han de comportarse con educación, Loyolas, se transformen en patanes y, personas sin mayor grado de instrucción, que intentan ganarse unos bolívares del modo más honesto posible, con el sudor de su frente, deban ser objeto de agresiones fruto de una bilis de parte de incontinentes verbales. Respetar al otro es un deber presente incluso en la Biblia, y que Jesús coloca inmediatamente después del amor a Dios Padre.

Asimismo, se colocarán vallas y topes en la curva más pronunciada del estacionamiento principal, para desanimar a que estacionen en esa zona. Es inconcebible que haya padres, representantes y responsables que no piensen en los demás, sino en el propio querer e interés: bloquean olímpicamente a otros, estacionan de mala manera e incluso ponen a riesgo la seguridad de los niños, al hacerlos esperar en el ingreso principal, mientras ellos se quedan fuera del Colegio, porque así resulta “más eficiente”; es una gravísima decisión que espero no acarree males futuros a nuestros hijos.

Me permito aclarar por este medio otra serie de actitudes incorrectas, que giran alrededor de los oficiales de vigilancia y seguridad, generadas en la zona de preescolar: no es competencia de los oficiales recibir a los niños, es decir bajarlos de los carros y conducirlos al edificio del Colegio. Ellos tienen taxativamente prohibido el contacto físico con nuestros hijos. Tampoco es competencia de los oficiales guardar puestos para estacionar; no son valet parking. Su presencia entre nosotros es estrictamente protocolar, preventiva. Ellos dirigen el tráfico, especialmente en las “horas pico”; pero, a partir de ahí, pensar en que deban prestar otros servicios a conveniencia, es distorsionar sobremanera su trabajo.

Me parece que estos puntos son una buena ocasión para ganar en urbanidad, así como acrecentamos nuestra condición de Loyolas, y contribuimos a diario con los objetivos que dan su razón de ser al Colegio, lugar donde nuestros hijos pasan la mayor parte de sus vidas, al menos de lunes a viernes. El Señor los bendiga a todos, los proteja a todos, los ilumine a todos para que hagan lo que más le agrada a Él, y les conviene a ustedes.

Su servidor,

Luis Ovando Hernández S.J.
Rector