Puerto Ordaz, 18 de febrero de 2020
HACIA UNA NUEVA IDENTIDAD DEL COLEGIO
Asamblea Extraordinaria de
padres, representantes y responsables
El próximo 30 de septiembre de 2020 el Colegio Loyola Gumilla cumplirá 55 años de fundado. Desde ya, estamos organizando una serie de actividades para ambientar tan magna celebración. Asimismo, estamos coordinando elaborar varios objetos alusivos a este cumpleaños, de manera que favorezca un ambiente festivo. Como ya lo dijera en otro momento, esta ocasión es privilegiada para repensar nuestra identidad, especialmente en el contexto en que nos hallamos inmersos. Deseamos que esta nueva identidad tenga que ver con la independencia definitiva del Colegio de agentes externos —que no tenemos por qué descartarlos— por unos factores internos, que sean los que aporten el fuerte para el funcionamiento de esta casa de estudios.
Doy la bienvenida a todos ustedes. De manera particular, saludo e invito a subir al escenario al P. Robert Urdaneta, Director del Colegio y Sub Director Administrativo, a la Dra. Dinora Martín, Sub Directora Académica y a los miembros del Comité de Estructuras de Costos. La jornada de hoy se presenta un más larga. Tendremos la Asamblea en los mismos términos que hemos hecho en otros momentos: presentación y comentarios al Presupuesto, votación y publicación de resultados, firma del Acta con la colaboración de 15 testigos que avalen el proceso. Inmediatamente después, tendremos una segunda Asamblea Extraordinaria para la presentación de seis normas de funcionamiento a ser votadas.
En otros tiempos, podíamos caminar haciendo caso omiso a algunas realidades; hoy no es posible. Es necesario tomar algunas medidas, si no queremos que tales situaciones nos superen, dañándonos irremediablemente.
Días atrás conversé con uno de Ustedes. Este representante me habló de los esfuerzos que venía haciendo para que los demás padres y representantes participaran de la Asamblea de hoy. Este papá me habló de sus peripecias y conversaciones con otros pares. Un comentario llamó mi atención. Me dijo que otro representante rechazaba de plano el nuevo presupuesto, por lo que supone la mensualidad. He aquí entonces el comentario de este papá, que traigo a colación: “Tú debes preguntarte —le dijo al otro representante— qué está mal en el presupuesto. Porque una cosa es que el presupuesto no esté bien elaborado, y otra cosa muy distinta es que tú no tengas para pagar la nueva mensualidad. El presupuesto, pues, se aprueba porque está bien sustentado. Lo que no podemos es rechazarlo porque tú no tengas para cubrir la cuota mensual”. Suscribo al 100% este brillante comentario: este presupuesto será rechazado si y solo si está mal sustentado. Pero es irresponsable no aprobarlo porque no pueda cancelar la mensualidad.
Termino. En el evangelio de san Juan hay un pasaje donde Jesús aparece comiendo en casa de una persona adinerada. En el interín, llegó una mujer y derramó sobre su cabeza un costosísimo perfume, limpiando además los pies del Maestro con sus cabellos. Ante este gesto irracional, pero generoso, Judas Iscariote dijo: “¡Qué desperdicio! Ese perfume se pudo vender, y el dinero recolectado se pudo dar a los pobres”. San Juan dirá que Judas, al ser el administrador del grupo, le interesaba más robar el dinero que asistir a los pobres.
¿Qué tiene que ver este pasaje bíblico con lo que hemos venido a hacer aquí? Fíjense, es probable que alguno opine que la celebración del 55 Aniversario sea un desperdicio. No estoy de acuerdo: dada la lamentable situación que sufrimos, no perdamos la ocasión de celebrar, de recuperar fuerzas y de demostrarle al país que en medio de tantos descalabros, hay instituciones que tienen la firme intención de continuar trabajando en Venezuela. La primera y mejor manera que tenemos para celebrar que llegamos a 55 años es reflexionando sobre nuestra identidad, y tomando medidas para cumplir otros 55. Después vendrán celebraciones varias a las que invitamos desde ya a participar activamente.
Luis Ovando Hernández S.J.
Rector
