Puerto Ordaz, 10 de marzo de 2020

 

«Hoy ha llegado la salvación a esta casa»

Comunicado a Padres, Representantes y Responsables

A propósito de la norma de funcionamiento sexta

 

 

Estimado(a)
¡La paz de Cristo!

Con este comunicado quiero informarle de las decisiones tomadas en el Consejo Educativo sobre la norma de funcionamiento sexta, que aprobáramos el pasado 18 de febrero de 2020 en Asamblea Extraordinaria de Padres y Representantes, acá en el Colegio Loyola Gumilla.

Los representantes del Consejo Educativo han optado por aplicar la norma a partir del próximo Año Académico 2020-2021, tanto para Padres y Representantes, como para los alumnos. Las razones aducidas son de índole y peso específico diversos.

Para todos está claro que es la norma más difícil de precisar, lo cual requerirá tiempo para idear la instrumentación tanto a Padres, Representantes, Responsables y alumnos. Lo mismo podría decirse de los mecanismos de monitoreo y registro. Dada su amplitud, la regla sexta amerita macerarse para su sistematización.

Por otro lado, siguen llegando a la Dirección del Colegio sugerencias de potenciales actividades que podrían inscribirse dentro del proyecto de horas sociales. Propuestas bien concretas dan pie a una mejor y expedita realización. Desde acá, animamos a enviar sus sugerencias. Todo aporte es bienvenido. Éstos pueden enviarse al correo coloyola.asistente.r@gmail.com; la fecha límite para la recepción de sugerencias es el 10.04.2020.

Las reacciones de los Loyola Valientes del Whatsapp no se han hecho esperar. No las tomo en cuenta. Sin embargo, me permito romper una lanza para defender la motivación que dio vida a la norma.

Apoyados en los comentarios surgidos de los Padres y Representantes participantes en las asambleas por niveles y Años Académicos, celebradas del 03 al 05 de febrero de 2020, se redactó la norma sexta. El espíritu que ésta contiene busca fortalecer el sentimiento de identidad para con el Colegio, de modo que lo hagamos cada día más y más nuestro, de modo que ejercitemos lo que en las mismas Asambleas se denominó «paternidad escolar». Es decir, cuidar el Colegio: atenderlo colaborando con su mantenimiento, por ejemplo.

De las Asambleas realizadas por niveles se recogió un número considerable de sugerencias y propuestas. Este «material» no se tradujo por completo a normas por dos razones bien sencillas: (a) por su misma naturaleza, no podían convertirse en normas; (b) para ser tomado en cuenta, no es necesario transformarlo en norma, sino que se puede canalizar por las diferentes instancias del Colegio. Nada de esto cayó en saco roto; cada una de las sugerencias las canalizaremos debidamente, sabiendo que no podemos descuidar el día a día, y que iremos dando respuesta a cada aporte dado por los asistentes a las Asambleas.

Las normas que no se internalizan, que no se hacen «propias», tienen poco impacto en los seres humanos, y desaparecen o se las «bypassean» más temprano que tarde. Para evitar esta dinámica contraria al espíritu que dio origen a la norma, hay que apropiarse de las normas, hasta convertirlas en un valor. En este sentido, a partir del proceso 2020-2021 se incluirá en la planilla de solicitud de ingreso al Colegio Loyola Gumilla una pestaña para dar el consentimiento voluntario a las normas establecidas y aprobadas, sustentados en el art. 54 de la LOPNA.

Jesucristo conoció a Zaqueo —que luego se llamará Mateo—; él era jefe de los recaudadores de impuestos. Zaqueo era un tipo tres veces odiado por sus semejantes: (a) odiado por su pueblo, por ser un colaboracionista del imperio romano; (b) odiado por los romanos, por ser un ladrón, que se robaba parte de los impuestos de César; (c) odiado porque sus pecados los hacía públicamente, pues había perdido todo respecto, incluso el respeto por sí mismo.

El solo hecho de que Jesús haya entrado en casa de Zaqueo, y se haya sentado a la mesa a comer con él, fue suficiente para que Zaqueo cambiara para siempre: la norma del amor entró en su vida. Con la norma en su corazón, Zaqueo no solo cumplió con la ley que establecía devolver lo robado, sino que dio cuatro veces más a cada persona que estafó, superando así la norma misma. Es entonces cuando Jesús pronuncia la frase: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa».

La norma pretende que crezcamos en identidad ignaciana. Hoy le agregaría que la norma busca promover el trabajo desinteresado, gratuito, espontáneo, generoso, que beneficie al grupo y que de este beneficio, al final del día, nos podamos sentir satisfechos y felices porque marcamos una diferencia.

Que el Señor nos bendiga y nos dé su salvación, que alcance a nuestra casa que es el Colegio, y a nuestra casa que como dice la canción «es el lugar donde puedo estar en paz contigo» (Jovanotti).

 

 

Luis Ovando Hernández S.J.
Rector