Nuestra razón de ser
COLEGIO LOYOLA GUMILLA, 50 AÑOS
Un jueves 30 de septiembre de 1965 a las ocho de la mañana un autobús escolar (donado por el Colegio San Ignacio de Caracas) entra conducido por uno de los fundadores, el incansable Hermano José María Armentia y con una treintena de muchachos (a los cuales se les pedía que ocuparan las ventanas para que pareciera que el Colegio tenía muchos alumnos) se inician las actividades formales: nace el Colegio Loyola-Gumilla.
Inicialmente fue conocido como Colegio de los Padres Jesuitas, luego como Colegio Loyola y desde 1968 al unirse los alumnos del Instituto Gumilla (fundado por el Padre Palacios de Borao) obtiene su denominación actual: Colegio Loyola-Gumilla.
Aún con sus 50 años el Colegio Loyola Gumilla es el colegio “más joven” fundado por la Compañía de Jesús en Venezuela. Si se compara con los primeros colegios jesuitas del mundo hace cuatro siglos y medio: Gandía, fundado por San Francisco de Borja en 1545, Goa (en la India), Mesina y Palermo en esa misma década, o se compara con otros colegios jesuitas en América como los que actualmente siguen funcionando: El Colegio Mayor de San Bartolomé fundado en 1604 en Bogotá, el Colegio San Ignacio Concepción fundado en 1612 en Santiago de Chile, el Colegio Belén fundado en 1854 en la Habana (y trasladado en 1961 a Miami) o el Colegio San Gabriel fundado en 1862 en Quito sigue siendo con medio siglo un colegio joven.
En Venezuela, la Compañía de Jesús funda su primer colegio en 1628: el Colegio San José de Mérida y luego de la expulsión en 1767 y el retorno en 1916, actualmente funcionan cuatro colegios: El San Ignacio de Caracas fundado en 1923, el Gonzaga en Maracaibo fundado en 1945, el Jesús Obrero en el oeste de Caracas en 1948 y el Loyola-Gumilla fundado en 1965 en Ciudad Guayana.
La presencia jesuita en Guayana se remonta a 1664 y entre tantos aportes como los realizados por los padres Román, Gilij o Rotella destaca el padre José Gumilla al sembrar la primera planta de café en Venezuela en 1732 y mas aún al dar a conocer al majestuoso río Orinoco y a las tierras guayanesas a través de su libro “El Orinoco Ilustrado” en 1741.
La Historia del Colegio Loyola-Gumilla tiene un antecedente importante con la fundación en 1959 del Instituto Gumilla por iniciativa del Padre Palacios. En 1964 se firma el contrato para el terreno y construcción del Colegio, el 30 de septiembre de 1965 se inician clases en una primera sede provisional en lo que hoy sería el helipuerto del Hotel Venetur Intercontinental, en 1966 el Ministerio de Educación otorga el permiso P-170, se muda a su segunda sede en la Urbanización Chilemex y en 1968 a su actual sede con Arquitectura de vanguardia para su época (diseñada por el Arquitecto Bernardo Borges Winckelman), más de 30.000 m2 de construcción en un área en el “corazón de Ciudad Guayana” de 200.000 m2.
Es justo agradecer al primer Presidente de la Corporación Venezolana de Guayana, el General Rafael Alfonzo Ravard, antiguo alumno ignaciano en su afán de construir colegios católicos de calidad para la naciente ciudad.
En el momento de la fundación el Presidente de la República era precisamente un guayanés: el Dr. Raúl Leoni; el Ministro de Educación Don J.M SisoMartínez, el papa San Juan XXIII, el prepósito General el Padre Arrupe, el viceprovincial de Venezuela el Padre Iriarte, el rector del Colegio San Ignacio el Padre Francés (segundo rector) y el primer Rector del Colegio el padre José Luis Andueza.
En 1968 al incorporarse las alumnas del Gumilla se convierte en el primer Colegio mixto de la Compañía de Jesús en bachillerato y desde 1980 con niñas desde el kínder. Entre 1968 y 1971 el Colegio tuvo alumnos internos y entre 1970 y 1978 funcionó el turno nocturno. La mayor cantidad de alumnos en estudio se alcanzó en 1989 con un total de 1.727 alumnos.
El Colegio Loyola-Gumilla ha tenido ocho rectores: los padres Andueza (1965-1974), Francés (1974-1979), Odriozola (1979-1983), Lahuerta (1983-1986), Izaguirre (1986-1992), Martínez (1992-1997), Mora (1997-2008) y desde el 2008 la primera rectora laica la Profesora Aída Astudillo Mujica.
Ha tenido diez directores: los jesuitas Armentia (1965-1967), Andueza (1967-1974), Ollaquindia (1974-1979), Lahuerta (1979-1983), LópezChavarri (1983-1993) y las profesoras laicas Nagy (1993-1995), Lanz (1995-2005), Astudillo (2005-2008), Hammerlock (2008-2014) y desde el 2014 la profesora Zoraida León de Cisneros.
El Colegio Loyola-Gumilla sigue la filosofía de educación ignaciana que desde 1599 se estableció con la Ratio Studiorum que con su “Virtud y Letras” identifican a los colegios jesuitas, consignas estas, reiteradas por El Libertador Simón Bolívar con su “Moral y Luces” hace dos siglos.
El espíritu Loyola-Gumilla vibra por el aporte de su gente: alumnos, docentes, equipo de trabajo y representantes comprometidos con la educación de sus hijos. Sin duda lo más importante, el valor más grande del Colegio es: su gente.
Actualmente el Colegio Loyola-Gumilla tiene más de 1.500 alumnos, un equipo de trabajo de más de 120 personas, ha formado a más de 5.000 egresados que “entramos para aprender y salimos para servir” muchos de los cuales desde diferentes partes del orbe, o de Venezuela o desde la misma Ciudad Guayana fomentamos con alegría e ilusión, el pensamiento de San Ignacio de Loyola hace 475 años “en todo amar y servir” y la frase que hace más de 280 años pronunció el padre Gumilla al sembrar la primera planta de café en estas tierras y ha sido nuestro eslogan: “lo sembré y creció”.
Alejandro Gamboa Díaz
LECTURAS DE INTERÉS
ENSAYO Ciudad y Colegio El Loyola nace y crece con Ciudad Guayana
Ser una Institución Educativa, potenciadora del desarrollo integral de la persona en sus dimensiones humana, cristiana, académica y socio cultural; que cuente con personas competentes, de alto desempeño; interdependientes y con dominio del conocimiento de la tecnología, familiarizados y comprometidos con la espiritualidad y pedagogía ignacianas, cuyo actuar diario esté basado en los principios y valores de la Compañía de Jesús.
AMOR, en un mundo egoísta e indiferente.
JUSTICIA, frente a tantas formas de injusticias y exclusión.
PAZ, en oposición a la violencia.
HONESTIDAD, frente a la corrupción.
SOLIDARIDAD, en oposición al individualismo y a la competencia.
SOBRIEDAD, en oposición a una sociedad basada en el consumismo.
CONTEMPLACIÓN Y GRATUIDAD, en oposición al pragmatismo y utilitarismo.
Este marco ideológico se fundamenta en unos valores que favorecen la plena realización del ser humano como persona y la búsqueda y el logro del bien común, a través de las normas y actitudes.
Las características propias de la Educación Ignaciana:
- CRISTIANO: Ser cristiano en el siglo XXI es reconocer a Jesús de Nazaret como Señor y seguirle. Es aceptar el Proyecto de Vida de Dios. La fe viva le compromete, como a Ignacio de Loyola para“en todo amar y servir”.
- HUMANISTA: Ser personas conscientes de sí mismas y del mundo circundante, con el desarrollo más completo posible de todas sus dimensiones, unido a un creciente sentido de los valores y de un compromiso al servicio de los demás, especialmente de los más necesitados.
- ACADÉMICO: El avance científico y la globalización requieren de una preparación intelectualmente competente, basada en el desarrollo más completo posible de las capacidades de la persona en cada etapa de su vida; esto incluye el dominio de las disciplinas humanísticas y científicas, con una actitud reflexiva y critica para aportar soluciones a los problemas que afectan a nuestra sociedad.
- LIDERAZGO SOCIAL: Ser hombres y mujeres para y con los demás, requiere mirar con afecto a los pobres y ser conscientes de que pueden aprender de ellos actitudes y valores. Es compartir la búsqueda y la promoción del bien común y sentirse comprometido en la construcción de un orden social justo y humano.
Entendemos que educación de calidad es la que cultiva las cuatro «ces»:
Conscientes: formar personas conscientes es que entiendan la vida como un don gratuito, que nos ha sido dada por Otro y por otros (nuestros padres…) y que nos realizamos no en el yo aislado e individualista, sino en el nosotros del don mutuo, sin excluirnos. Los conscientes reconocen además que ellos son co-creadores del mundo y que de su libertad responsable depende el destruirlo o el humanizarlo y mejorarlo. Que la humanidad es plural, que los otros tienen la misma dignidad que yo, que la diversidades un don y por tanto necesitamos el diálogo para la realización de todos y no de unos pocos en exclusiva.
Competentes: son los capaces de realizar una tarea exitosamente porque tienen el conocimiento instrumental específico para ello. Un plomero, un médico y un abogado pueden ser competentes o incompetentes. El ser competente no garantiza que esa competencia sea usada solamente para el bien y para dar vida. Las armas supersofisticadas sólo pueden construirse por personas muy competentes y las corrupciones financieras que producen la desgracia de millones requieren de talentos y competencias sofisticadas. Por eso consideramos que las competencias de racionalidad instrumental son necesarias, pero requieren las otras Cs, para que la persona integralmente se forme para servir a la vida y no a la muerte.
Compasivos: son aquellos que “padecen con”, que hacen suyo el sufrimiento y la necesidad de la gente. La Biblia nos muestra la condición humana en la que Caín mata a su hermano Abel; el hermano se vuelve enemigo y asesino. En la condición humana es verdad que “el hombre es lobo para el hombre” (Hobbes). Sabemos que el poder y el dinero tienden a convertir el mundo en grandes sistemas de acumulación de poder y de riqueza a costa de la vida, la libertad y la dignidad de muchos. Pero también el Evangelio nos muestra cómo el extraño, el enemigo, el samaritano se hace hermano (Luc. 10,25). Jesús en esa parábola dice que el secreto de esa transformación está en que el samaritano se compadeció y respondió, sintió que el dolor del herido era suyo y lo ayudó. Jesús concluye diciendo que hacerse hermano, próximo del lejano, es la única manera de “ganar la vida”. Más aún nos dice que dar la vida para que otros vivan no es perderla sino ganarla y que la radicalidad de su amor divino le lleva a dar su vida por nosotros. No hay que olvidar que compasión (en latín) es la misma palabra que “simpatía” (en griego). La compasión no es sólo lástima, sino afirmación de la vida y la dignidad del otro: ama al prójimo como a ti mismo. Y que nadie puede decir con verdad que ama a Dios a quien ve si no ama al prójimo a quien no ve. (1 Juan 4,20).
Comprometidos solidariamente. Usan no sólo la compasión sino compromete a toda la persona, inteligencia, voluntad, afecto… Van a la causa de los males con creatividad. Cambian estructuras e instituciones y leyes. Organizan medios y fines… Asumen lo público con responsabilidad (en cultura individualista). Queremos formar hombres y mujeres “para los demás” y “con los demás” y “en todo amar y servir”.
Luis Ugalde S.J.
Delegado del Sector de Educación de la CPAL
Septiembre 1, 2015
Nuestros Loyolas Valientes
Perfil de nuestros egresados
DIMENSIÓN | COMPETENCIAS GENERALES | CRITERIOS |
ÉTICA | Toma decisiones libres, responsables y autónomas. |
|
ESPIRITUAL | Asume un compromiso cristiano en su opción de vida. |
|
COGNITIVA | Demuestra capacidad crítica, analítica, reflexiva, creativa, lógico-matemática, de resolución de problemas, proposición de nuevas ideas y destrezas tecnológicas
Desarrolla un pensamiento profundo, propio, crítico y abierto al diálogo, y comprende y aplica creativamente los saberes en la interacción consigo mismo, con los demás y con el entorno. |
|
COMUNICATIVA | Interactúa significativamente a través del dominio de la lengua y del lenguaje en sus diferentes manifestaciones e interpreta mensajes con sentido crítico.
Utiliza el diálogo como una forma efectiva de comunicación para tomar decisiones solidarias y responsables, producto del discernimiento, que permitan el acercamiento de unos a otros y logren la participación activa en una misma misión. |
|
DIMENSIÓN | COMPETENCIAS GENERALES | CRITERIOS |
AFECTIVA | Ama, se ama y expresa la afectividad en sus relaciones interpersonales. |
li>
|
ESTÉTICA | Desarrolla y expresa creativamente su sensibilidad para apreciar y transformar el entorno, en diferentes manifestaciones: literarias, musicales, teatrales, plásticas, gráficas, etc. |
|
CORPORAL | Valora, desarrolla y expresa con respeto su corporalidad, en un marco de hábitos y formas de vida positivas.
Conoce los elementos que favorecen su sano desarrollo físico en armonía con otros aspectos del proceso educativo, la competencia sana y el manejo adecuado de los resultados obtenidos en ella. |
|
SOCIO-POLÍTICA | Asume un compromiso inclusivo, solidario y comunitario en la construcción de una sociedad más justa, fraterna y participativa. |
|
PRODUCTIVA | Demuestra capacidad para proyectar una acción y llevarla a cabo, identificando y poniendo los medios para alcanzar los fines, y proponiendo soluciones creativas que contribuyan a impulsar procesos de desarrollo humano. |
|
ECO-AMBIENTAL | Contempla, cuida y valora el medio ambiente e interactúa con él de manera racional y constructiva. |
|
Perfil de nuestros representantes
Dimensión Cristiana
Viven la fe cristiana en familia.
Fomentan la unión y el afecto.
Participan en la comunidad.
Dimensión Humana
Conocer intereses de sus hijos.
Orientar – Tomar decisiones.
Tiempo y comunicación.
Valorar la vida.
Asumir educación.
Dimensión Académica
Involucrarse en el proceso educativo.
Acompañamiento – Estímulo.
Relación con el docente.
Dimensión Social
Solidaridad.
Convivencia humana.
Lealtad institucional.
Ciudadanos responsables.
Perfil de nuestros docentes
Dimensión Cristiana
Ejemplo de vida.
Comprensión – Respeto.
Honesto y justo.
Comunidad cristiana.
Dimensión Humana
Atención personal.
Enseñanza en valores.
Difunde patrimonio cultural.
Estimula cualidades.
Dimensión Académica
Profesional actualizado.
Estimula el aprender a aprender.
Fomenta y orienta el desarrollo de habilidades.
Dimensión Social
Modelo de derechos y deberes.
Trabaja en equipo.
Conoce la realidad.
Comprometido con el cambio.
Nuestras Instalaciones
El Colegio Loyola Gumilla está ubicado en la vía a Los Olivos frente a la urbanización Los Saltos en la parroquia Universidad del municipio Caroní en Puerto Ordaz, Estado Bolívar, Venezuela. Cuenta con una superficie de 9 hectáreas y dentro sus instalaciones se encuentran: aulas de clases, teatro, capilla, bibliotecas, salas de computación, laboratorios de biología, física, química, canchas de fútbol, baloncesto y béisbol, entre otros.
Nuestras Fortalezas
Coordinación de Pastoral
Objetivo:
Desarrollar la planificación estratégica de los procesos personales y grupales de la Coordinación de Pastoral para que se facilite la sistematización y priorización de las acciones en unión con la Coordinación Pedagógica, con el fin de lograr los valores y actitudes evangélicas que se reflejen en todos los ámbitos del Colegio.
Objetivos Específicos:
1.- Diseñar programas y proyectos adaptados a las diversas realidades de los sujetos a quienes va dirigido, coherentes con la propuesta educativa de la Compañía de Jesús.
2.- Definir la gestión humana del equipo de pastoral para llevar a cabo los programas y proyectos.
3.- Desarrollar competencias técnicas en el equipo que permitan optimizar la calidad del trabajo.
4.- Sensibilizar a las distintas instancias de la comunidad educativa en relación a la apropiación de la identidad definida en el Marco Común de Pastoral.
5.- Establecer una propuesta espiritual sistemática y gradual dirigida a los diversos públicos del colegio que conjugue las distintas modalidades de Ejercicios Espirituales.
6.- Promover la celebración de las experiencias de encuentro con Dios, con los demás, consigo mismo, con la creación en todo el personal del Colegio.
Coordinación Pedagógica
La coordinación pedagógica realiza los planes estratégicos y anuales en conjunción con la coordinación de pastoral, y todos los demás actores de la comunidad educativa, en los que se establecen los objetivos y líneas de acción para la mejora en la calidad de la educación, en la organización de los procesos pedagógicos, en la articulación interna, entre otros.
También realiza la planificación curricular a nivel de aula. Aquí se definen las competencias generales graduadas al nivel (referidas a las dimensiones) y las específicas del área/asignatura a trabajar, los contenidos (actitudinales, procedimentales y conceptuales) como medios para lograrlas, los indicadores que reflejen el logro de esas competencias, y las estrategias y recursos que cada docente asume en sus procesos de enseñanza-aprendizaje, además de una forma de evaluación acorde a lo planificado.
Centro de Orientación Loyola Gumilla
Es una instancia formativa y de servicio, que se inserta en el proceso educativo del colegio para brindar atención psicológica, psicopedagógica y ocupacional, a estudiantes, docentes y representantes, bajo los principios ignacianos que rigen el PEIC, y del trabajo en equipo con las coordinaciones académicas de la Educación Inicial, Primaria y Media General, Pedagógicas y Pastoral, con el propósito de realizar un trabajo integrador en las dimensiones del Ser, Hacer, Conocer y Convivir.
Objetivo:
Brindar asesoramiento y acompañamiento a estudiantes, docentes, padres y representantes, considerando las distintas etapas evolutivas, características, intereses, motivaciones y necesidades a nivel escolar, personal y académico, mediante acciones específicas y generales de orientación educativa, personal, social y vocacional, así como de intervenciones psicopedagógicas y psicológicas a efectos de atender, no sólo al desarrollo cognoscitivo, sino también al desarrollo emocional, moral y personal de los alumnos, contribuyendo al cumplimiento de los objetivos del proyecto educativo integral del colegio, y al fortalecimiento de valores para una cultura de paz y convivencia en la diversidad, bajo el marco de la pedagogía ignaciana y líneas de acción definidas por la Compañía de Jesús en sus distintos ámbitos y dimensiones.