Puerto Ordaz, 01 de febrero de 2018

Estimada Familia Loyola

Reciban la paz de Cristo. Empezamos febrero, abrigando como en todo inicio los mejores deseos y esperanzas para nuestro país y nuestras casas; pidiendo de manera especial que estos mismos sentimientos echen raíces en los espacios donde desempeñamos la labor de formar personas que en todo puedan «amar y servir» donde quiera que se hallen.

Es por todos conocidos la situación que atravesamos. La actual crisis ha colocado a muchos de nosotros, incluso gente bien intencionada, en unos niveles preocupantes de ansiedad. La preocupación estriba precisamente en que actitudes angustiantes no resuelven nada; todo lo contrario: nos cansan, enrarecen el ambiente familiar y de trabajo, y recorren «soluciones» que a la larga son contraproducentes e injustas.

Unas dos semanas atrás, aproximadamente, instituciones educativas con similares características a nuestro Colegio tomaron una serie de medidas para afrontar la crisis, dando especial atención a evitar una «estampida» de docentes. Dichas decisiones, supongo, se asumieron tomando en cuenta las características propias de estas instituciones; ahora bien, mi intención con este comunicado no es pronunciarme a este propósito, sino decirles a todos que estas opciones no nos son indiferentes.

El 24.01.2018 nos reunimos el personal administrativo, docente y obrero para plantear algunos puntos relacionados con lo dicho anteriormente, con la intención de oírnos todos, en actitud propositiva, para dar con respuestas más sistémicas, más aterrizadas, más cónsonas con nuestro espíritu, y que en definitiva respondan en buena medida a todo el cataclismo que se precipitó sobre nuestra sociedad, y que padecemos en carne propia.

Hemos concertado ya una serie de iniciativas que van en la línea del aumento salarial de todos los que trabajamos en el Colegio, una «ayuda compensatoria» para que este aumento no se diluya tan rápidamente, ofrecer para los hijos de docentes y demás empleados adquisición de uniformes escolares al costo, becas totales y otros beneficios que aún no cuajan del todo, pero en los que estamos empeñados en concretar.

Estas iniciativas están apoyadas en ocho días ininterrumpidos de trabajo generoso, de gente que ama y está enteramente comprometida con el Colegio. Se levantó una data de todos los miembros de Colegio Loyola Gumilla, se reunió a todos para honestamente oírlos y considerar seriamente las sugerencias adelantadas, se tomaron ya decisiones que serán comunicadas a más tardar el próximo lunes 05.02.2018, al tiempo que se informará sobre medidas de mediano plazo y otras que ameritan más tiempo, pues no responden directamente a lo contingente del momento.

Ha habido iniciativas espontáneas que están corriendo, hay comentarios que recorren los pasillos de la Institución. Mi humilde sugerencia es canalizar todo por Rectorado, para que efectivamente las mejores intenciones desagüen, calcen dentro de un plan más complejo, pero eficiente.

Asimismo, muchos de los Padres y Representantes me han manifestado personalmente su apoyo incondicional en varios aspectos. Agradezco de antemano esta preciosa colaboración, esperando se haga realidad, siguiendo así la sugerencia de san Ignacio de Loyola de que «el amor se debe poner más en las obras que en las palabras».

La Iglesia celebra mañana la Presentación del Señor, es decir la mostración de que el Niño Dios es el rey de nuestros corazones y quien en definitiva nos salva. El momento histórico que vivimos no conoce precedentes. Si bien es cierto que estamos haciendo todo lo humanamente posible para continuar nuestro trabajo con el mismo entusiasmo, hemos de estar conscientes de que lo que nos ayudará a llevarlo a cabo, está muy dentro de nosotros, es lo más íntimo de nuestra intimidad, Dios Niño Rey y Señor.

El Dios de Jesucristo nos bendiga a todos, y nos conceda luz, paz y libertad.

Su servidor,

Luis Ovando Hernández S.J.
Rector